domingo, 17 de febrero de 2013

Mi primer mediofondo

La 15k Valencia Abierta al mar


Después del subidón de Campello mis entrenamientos empezaron a ser mas serios, mi alimentación mas correcta, mis ganas de mejorar mas tangibles, mi mujer, Alicia, el motor que me empuja siempre, pendiente de mis progresos se propuso facilitarme las cosas y en un alarde de su apoyo incondicional me regalo unas zapatillas en condiciones, con el esfuerzo y las privaciones que ello le habrán supuesto, puesto que como ya sabe todo el que nos conoce, somos personas que no nadamos en la abundancia, yo estoy en paro hace algún tiempo, y somos humildes, felices pero humildes.
Así que con zapatillas nuevas en los pies los entrenamientos se sucedían de manera correcta, sin demasiadas molestias y combinando días de resistencia en los que conseguía convencer a algunos amigos para que nos acompañaran a Alicia y a mi, con días de potencia, días de cuestas, o días en los que trabajaba los cambios de ritmo. También empece a complementar mi trabajo de carrera reforzando la zona media a través de ejercicios abdominales y lumbares, que me permitieran corregir mi postura al correr, ya que la técnica de carrera que adopte al principio era muy básica y para nada me valdría en el futuro si quería evitar lesiones serias.
Los días se sucedían  tratando de absorber toda la información que me pudiera ser útil en ese próximo reto, preguntando a quienes por experiencia o estudio pudieran guiar mis pasos a esa nueva meta. Corría con viento, con lluvia, con sol, con frío  ya que pensaba que el día de la carrera podía encontrarme con cualquiera de esas condiciones y debía de saber como iba a reaccionar mi cuerpo ante ellas. No quería dejar nada fuera de mi control, quería tenerlo todo atado y bien atado.
Y llego la semana de la carrera, y con el comienzo de la semana llego la sexta lección en forma de gripe y 39 de fiebre: no podemos controlarlo todo, el suceso imprevisto nos acaece a todos.
La fiebre se mantuvo alta durante tres días y empezó a remitir el jueves muy lentamente, Raquel que también estaba inscrita en la carrera me dijo que si no estaba en condiciones mejor no ir, pero le pedí que esperara al ultimo momento, y que me dejara tomar la decisión a mi.
Y el Sábado por la tarde hable con mi querida Ali, le dije que quería ir, que me había esforzado mucho, y que aunque había perdido mucho esa semana algo de lo entrenado habría quedado, que quería intentarlo, y decidimos madrugar e ir a correr, Ali seria la conductora oficial para evitar cansarme mas y poder llegar lo mas descansado posible. Así que el domingo a las 6 de la mañana salimos rumbo a Valencia.

Llegamos pronto, aparcamos y recogimos los dorsales, y fuimos a tomar un café antes de la salida, luego unos minutos antes calentamos las piernas trotando un poco, el día había salido fresco, no hacia sol, pero al menos no hacia viento y no amenazaba lluvia... 
La carrera sigue todos los convencionalismos para mi extraños por mi falta de experiencia, la salida esta organizada por tramos, según los tiempos que se pretenden hacer en mi caso tardé media hora mas de lo que tenia previsto así que me coloqué mal, en una zona en la que molesté mas que otra cosa a los compañeros que tenían más ritmo, obligándoles a sortearme  pero son las pegas del directo, y la inexperiencia, mi mujer dándome ánimos hasta el ultimo segundo, pegada a la valla que separa a corredores de familia y público intenta calmar mis nervios pero son muchos, 15k, la distancia mas larga que nunca he corrido, tanta gente, los segundos pasan demasiado lentos en esta ocasión  ¿por que no nos movemos aun?, me parece haber oído el pistoletazo de salida hace un rato, pero todos seguimos parados, y de repente las piernas empiezan a moverse, avanzamos, primero andamos despacio, con cuidado de no tropezar con los de delante, pese al ansia, pese a los nervios, poco a poco el andar se transforma en un trote lento pero constante, y poco después pasamos debajo del arco de salida.... y entonces eché a correr.
El comienzo de la carrera fue lento, y yo trato de reservar todas las fuerzas posibles,se que se me hará duro, todavía me quedan unas décimas de fiebre, siento el pecho comprimido y se me hace difícil llenarlo del todo de oxigeno, pero poco a poco empiezan a pasar los kilómetros k5 avituallamiento, bebo un poco y guardo la botella, quizás me venga bien ir bebiendo pequeños sorbos, k6, k7, k8..mi mujer me llama al móvil y yo se lo cojo, los primeros han pasado por el arco de meta que indica que les queda la vuelta al puerto de 3 km para acabar la carrera, al final el primero acabara en 44:59, a nosotros aun nos queda la mitad.
Raquel me anima sin parar: -"La mitad,  esto esta hecho, venga, ¡animo!" -Incluso me dice que cojamos un atajo y hagamos trampas, me río, ella sabe que nunca lo haría, pero así me distrae.
Toco sufrir en Valencia.
Me estorba la ropa, me abro la cremallera  de la camiseta térmica intentando refrigerar un poco el calor corporal, ¿hace un rato no hacia frió?, k9,k10 avituallamiento, apenas bebo un poco, casi toda el agua me la echo por encima, k11,k12, 3 kilómetros y se acabo, ¿para que he venido?, sabia que no estaba bien todavía, encima no he podido entrenar esta ultima semana,  pensamientos negativos que empiezan a acumularse. Raquel debe haberse dado cuenta, me pregunta si estoy bien, me dice que apenas estoy corriendo, que es como un andar lastimero y flojo, que no me pare ahora.
Séptima lección: Hay dos tipos de muro, el muro físico  cuando tus reservas de energía están acabándose, al enfrentarte a este muro te das cuenta de que siempre hay unos margenes que se pueden superar, y que los limites no los pone el cuerpo sino la cabeza, y el muro psicológico  que es un muro que nos ponemos nosotros, y que es capaz de hundirnos incluso estando en plenitud de condiciones, este último solo lo podemos pasar por nosotros mismos, aunque la ayuda externa, los ánimos,  la compañía o incluso el saber porque lo haces o por quien puede hacer que te sea mas fácil superarlo, y es lo que hago, cambio esos pensamientos negativos por concentrarme en un paso mas, en acercarme un metro mas al final de la carrera, por concentrarme en la respiración,  en agilizar la zancada para que sea mas efectiva y me haga avanzar con el mínimo desgaste y esfuerzo. Me concentro en la cara de mi mujer que me estará esperando en la meta, en los ánimos que me da Raquel a mi lado, y mi mente empieza a forzar a que mi cuerpo siga adelante, k13, sigo, ver  la pancarta del ultimo km y la gente que empieza a amontonarse en los lados dando animo y aplaudiendo me da fuerzas para acabar, y al final, en los últimos 200 metros echo el resto para volver a esprintar hasta la meta, será mi ultimo esprint, y caigo al suelo tras cruzarla, exhausto de cansancio y felicidad mezclados completando la carrera en 1:40´40".

La organización no ha dispuesto ningún tipo de avituallamiento solido, solo agua, cerveza y powerade...un poco triste la verdad, así que decidimos volvernos inmediatamente para Alicante y hacer nuestro propio avituallamiento ya en casa. Misión cumplida.

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